El señor de Sipán
Ai Apaec, el Dios Decapitador
Esta divinidad de rostro feroz, que sostiene en su mano la cabeza de un enemigo vencido o de un guerrero sacrificado a los dioses, es parte fundamental del panteón Moche. En las tumbas reales de Sipán aparece en forma de sonajeros de oro o como un protector coxal, prenda militar para evitar golpes en el coxis que podían desarticular el esqueleto: Se trata de uno de los ornamentos más bellos e importantes de este jerarca moche. Mide 45 centímetros y está hecho en oro de alta calificación .
El ajuar funerario
El Señor de Sipán fue enterrado en un sarcófago de cañas con atuendos funerarios, de mando, de rango y de culto. Entre los primeros figuran la representación de ojos, dentadura, nariz y "cubrementón" de oro, que en conjunto semejan una máscara funeraria.
Es así como este gobernante asume un nuevo rostro de oro, incorruptible ante la muerte y ante el paso del tiempo. Un grupo de piezas de oro y plata (que semejan monedas) fueron colocadas dentro de su boca y sobre sus manos, como un tributo para los dioses. Entre los atuendos de mando incluye un juego de cuchillos en oro y plata, protectores coxales y sonajeros, y tres juegos de armas en miniatura.
Entre los ornamentos de rango destacan la corona semi-lunar de oro, tres juegos de orejeras de oro y turquesas, collares, narigueras, pectorales de chaquiras, camisetas metálicas y emblemas con brazos abiertos.
Toda esta compleja parafernalia, aparte de las piezas funerarias, fue usada en vida por el Señor de Sipán y está compuesta por ornamentos, tocados, atuendos y emblemas cargados de códigos y símbolos reconocidos por los hombres de su época.
Texto: Roberto Ochoa
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